El número de usuarios y usuarias de las vías de ciclistas de Cádiz no para de crecer año tras año, contribuyendo con ello a una movilidad más sostenible.
La Asamblea Ciclista Bahía de Cádiz (ACBC en adelante) ha vuelto a realizar su tradicional conteo anual de usuarios y usuarias de las vías ciclistas de la ciudad, algo que lleva haciendo desde 2016, con la excepción del año 2020, debido a la pandemia.
Los resultados son espectaculares, triplicando el número de usuarios y usuarias en pocos años, y con crecimientos anuales por encima del 25%, excepto del 2019 al 2021, donde el crecimiento fue de más de un 70% (el año 2020 no se realizó el conteo).
La construcción de la vía ciclista supuso también la ampliación del espacio peatonal en el paseo marítimo |
Estas cifras, además, son obtenidas de un único punto de aforamiento, en una zona del paseo marítimo. Por tanto, no recogen todos los desplazamientos realizados por Avda. Sanidad Pública, por Av. de la Bahía, por Avda. Astilleros, por el casco histórico, etc ... por lo que la cifra global de desplazamientos diarios debe ser bastante más alta.
Los datos totales recogidos por la ACBC, para un día en concreto (de mayo), en este punto de aforamiento del paseo marítimo, son los siguientes: en 2018: 1.026; en 2019: 1.940; en 2021: 2.604; y en 2022: 3.322.
Por distinción de género, y para el día de conteo de este año 2022 (el 19 de mayo) los datos son: 2.065 desplazamientos han sido realizados por hombres, y 1.257 por mujeres.
Estas cifras tan buenas no son casuales, y su crecimiento responde a la creación en la capital de una red ciclista atendiendo a criterios técnicos de calidad: vías ciclistas segregadas, seguras, con anchos adecuados y cómodos, con continuidad y conexión en toda la ciudad.
Destaca que el uso de estas vías ciclistas ha crecido aún más en los últimos años, en los que se ha completado la conexión de la red ciclista de extramuros e intramuros, dando continuidad a los recorridos por toda la ciudad y conectando todos los centros atractores de movilidad. Su uso actual cubre desplazamientos de todo tipo: laborales, por motivos de estudios, para trámites, para compras... además de los usos deportivos, turísticos y recreativos. No está de más recordar, que casi cualquier barrio de la ciudad está a menos de 15 minutos en bici a ritmo de paseo.
Todos estos desplazamientos a lo largo del año, han supuesto el ahorro de cientos y cientos de kg. de emisiones de CO2, una mejora de la calidad del aire y una disminución de la contaminación acústica.
Asimismo, han contribuido a la mejora de la salud de los propios usuarios y usuarias ciclistas. Es ampliamente conocido que moverse en bici ayuda a combatir la obesidad, el colesterol, la diabetes y enfermedades del corazón, entre otras muchas.
Por otra parte, la movilidad generada en las vías ciclistas es mucho más eficiente, pues se desplazan más personas por metro cuadrado, optimizando y mejorando las necesidades del espacio público para trasladarnos.